El significado de los sueños. Aprende a interpretar tus sueños.




¿Qué es el sueño?

La palabra española sueño proviene del latín ‘somnus’ y designa de igual forma el acto de dormir y la actividad de la mente durante el periodo de descanso. El sueño constituye una función biológica natural del cuerpo humano. Esta es una de las más importantes y tan necesaria como respirar, comer o beber.

 

Podemos afirmar que el sueño es un período de inconsciencia del ser humano durante el cual, sin embargo, el cerebro permanece muy activo. Este proceso biológico complejo es el que ayuda a las personas a procesar nueva información adquirida, a mantenerse saludables y prolongar la juventud, ya que es durante el sueño cuando se da la mayor parte de la regeneración celular del cuerpo humano. 

 

La importancia del sueño

Cuando dormimos estamos reposando en un estado inconsciente en el que se suspenden las funciones sensoriales y la estimulación voluntaria de los movimientos del cuerpo. En los adultos, el sueño nocturno ideal es de unas ocho horas, que se organizan en 4-5 ciclos de unos 90-120 minutos. En esos ciclos se pasa de la vigilia a la somnolencia, lo que se considera la fase I, después se pasa al sueño ligero, la fase II; de allí pasamos al sueño lento o profundo, la fase III, para llegar finalmente al sueño MOR, la fase IV. La distribución normal porcentual en adultos sanos quedaría de este modo: Fase I, el 5 %; Fase II, el 50 %; Fase III, el 20 % y Fase MOR, el 25 %.

 

Estos perfiles diferencian entre dos estados del sueño:

 

El sueño que se da sin movimientos oculares rápidos (sueño no MOR, o NMOR; NREM en inglés). En este podemos encontrar tres fases:

El sueño de movimientos oculares rápidos (MOR; REM en inglés), o fase IV del sueño. Esta fase se conoce también como sueño desincronizado, sueño paradójico o sueño D. Durante este sueño los movimientos oculares son rápidos, muy similares a los que se observan en estado de vigilia- En cambio nos encontramos ante un reflejo de la atonía muscular completa de la parálisis motora descendente. Es durante esta etapa cuando se presentan las ensoñaciones, lo que conocemos como sueños o fase onírica. Lo más habitual es que se presenten de 4 a 6 periodos de sueño MOR durante la noche. Por eso se dice que tenemos un mínimo de 4 sueños cada noche, a pesar de no recordarlos siempre.

Cada fase del sueño es importante si deseamos garantizar un buen descanso de cuerpo y mente. Existen fases fases necesarias para recuperar la energía y despertar con fuerzas para afrontar un nuevo día a nivel físico, al tiempo que otras fases sirven para asentar la información recibida, aprender y crear recuerdos.

 

Por todo ello, es evidente que un sueño inadecuado nos hace, a corto plazo, tener problemas con el aprendizaje, la memoria y procesamiento de información, además de predisponernos a un envejecimiento prematuro, con un efecto dañino para la salud a largo plazo. 

 

Necesidades de sueño y edad

Es obvio que las necesidades de sueño es algo que va a variar según la edad. un bebé recién nacido duerme casi todo el día. El sueño de un bebé tiene una proporción próxima al 50 % del denominado sueño «activo», el sueño MOR. Durante la lactancia los períodos de vigilia se van prolongando, y se va consolidando el sueño nocturno. Es en esta etapa cuando la proporción de sueño MOR desciende al 25-30 %, que se mantendrá durante toda la vida. 

Cuando tiene entre 1 y 3 años de edad, el niño solamente duerme una o dos siestas. Y entre los 4 y 5 años y la adolescencia son ya muy pocos los niños que duermen la siesta. Sin embargo, tienen un sueño nocturno de 9 horas muy bien estructurado en cinco ciclos o más. 

Durante la juventud es cuando suele reaparecer la necesidad fisiológica de una siesta a mitad del día. Y ya alcanzada la adultez la necesidad de sueño puede oscilar entre 7 y 9 horas. Los adultos mayores de más de 65 años necesitan 7 u 8 horas de sueño por la noche, y a medida que se envejece, se ha comprobado que se producen cambios en los patrones de sueño que causan insomnio o problemas para dormir.

 

El sueño es una función vital ya que no se puede sobrevivir sin dormir, es restauradora, puesto que es durante el sueño que nuestro cuerpo se repara cada día, complementaria y fundamental para asegurar sentirse despiertos y con energía al día siguiente.

 

Función biológica del sueño

Eliminación de residuos celulares del cerebro

Durante el sueño, el sistema glinfático, el cual es el equivalente al sistema linfático del resto del cuerpo, se activa 10 veces más en comparación al estado de vigilia. Esto hace que los residuos de las células cerebrales se eliminen más eficazmente. Se produce una contracción de las células cerebrales, lo que crea más espacio entre ellas. Esto permite que el líquido cefalorraquídeo circule de forma más fluida a través del tejido cerebral. Este es el modo en que se limpian los residuos, como por ejemplo la proteína beta-amiloide, que es una de las consideradas responsables de la enfermedad de Alzheimer.



Reparación y regeneración celular

Asimismo, y como ya hemos comentado, el cuerpo durante el sueño entra en estado anabólico. Esto sirve para desarrollar las funciones de reparación y regeneración celular necesarias para nuestro organismo.

 

Consolidación de la memoria

El estudio de la hipótesis de que el sueño es crucial en la consolidación de la memoria reciente se ha realizado mediante cuatro paradigmas:

 

El resultado de estudios tienden a confirmar que el sueño está profundamente ligado a las funciones de la memoria tanto en humanos como en animales. Pese a todo, se carece de datos suficientes como para dar un veredicto que confirme o rechace tajantemente la hipótesis de que la consolidación de la memoria dependa de los procesos de sueño MOR y NMOR. 

También es posible encontrar estudios más recientes que comparan el proceso de ordenamiento de la memoria durante el sueño con el proceso de desfragmentación de la memoria de las computadoras. Desde este punto de vista, nos encontramos que ambos persiguen un mismo objetivo de mantenimiento y economía de recursos. Lo que hacen es preparar al sujeto o computadora para una mejor disponibilidad operativa de la memoria durante los momentos de mayor utilidad, como el estar despierto o en actividad.

 

¿Por qué soñamos?

Son muchos los estudios que se ocupan de los sueños. A pesar de ello, los sueños continúan siendo un gran misterio para la ciencia. ¿Qué le pasa a nuestro cerebro cuando sueña? , ¿Qué es lo que determina que tengamos un precioso sueño u horribles pesadillas?, ¿Por qué motivo algunos sueños se recuerdan con gran nitidez y en cambio algunas noches no recordamos haber soñado nada?

Los sueños son historias que nuestro cerebro crea durante la fase más profunda de nuestro sueño. Normalmente los sueños suelen durar poco y se repiten varias veces durante la noche, por lo que el sueño puede durar hasta dos horas. Es normal tener diferentes sueños en una misma noche, como ya se ha comentado, un adulto normal y en buen estado de salud soñará entre 4 y 6 veces cada noche, aunque no siempre recordará esos sueños.

 

Se pueden estudiar los sueños desde un enfoque neurocientífico. Este enfoque estudia las estructuras que intervienen en la producción y organización de los sueños. También suscita gran interés el enfoque  psicoanalítico, más orientado a la interpretación del significado de los sueños. Este enfoque es uno de los que presentaremos a la hora de explicar el significado de los sueños, más no el único, ya que el significado de los sueños es algo que ha suscitado el interés de la humanidad desde los albores de esta, en todas las partes del mundo y en todas las culturas, por lo que el significado de los sueños se ha interpretado de modos diversos en los diferentes lugares, aunque también se pueden encontrar sorprendentes similitudes que es importante destacar y mostrar a la hora de que cada uno haga la interpretación de sus sueños desde su experiencia personal y única.

 

La finalidad de los sueños

En verdad, no se sabe si existe una finalidad de los sueños por sí mismos. Una de las teorías que existen es que soñar forma parte del proceso que ayuda al cerebro a reorganizarse y memorizar. A pesar de ello, no se conoce qué función concreta estarían haciendo los sueños en este proceso de almacenamiento de información, reorganización y asentamiento. Tal vez el de bloquear los estímulos que podrían interferir en la memoria.

 

Pese a todo, y aunque muchos lo deseen, dormir y soñar no borra los malos recuerdos o aquellos que están reprimidos. Más bien al contrario: los malos recuerdos o los traumáticos vuelven a través de los sueños. Dicho de otra manera, aquellos pensamientos que reprimimos durante el día vuelven durante el sueño, lo que provoca estrés y emociones negativas. Eso hace que aunque pienses que ya has olvidado un tema, este puede reaparecer en tus sueños hasta 7 días después de la última vez que pensaste en él, en forma de pesadilla.

 

Es preciso destacar que se ha demostrado que los estímulos externos pueden afectar a las emociones durante el sueño. Si has tenido un buen día, te ha pasado algo agradable, o has visto una película bonita, es más probable que tengas sueños positivos. En cambio, si la película es de terror, te has sentido hostigado en el trabajo, o has tenido malas noticias antes de irte a dormir, tus sueños tienen más posibilidades de convertirse en pesadillas.

 

Aún no se sabe por qué recordamos algunos sueños mientras olvidamos otros unos minutos nada más despertarnos. Se piensa que cuando recordamos aquello que hemos soñado se debe a que nos hemos despertado a mitad de ciclo, mientras aún estábamos soñando. 

El significado de los sueños

El significado de los sueños en la Antigüedad

Los sueños en la Antigüedad eran toda una incógnita en torno al ser humano. En la cultura de la antigua Grecia, la aproximación al fenómeno onírico se hizo sin duda en la tradición oral, con gran influencia de Oriente. Según las fuentes antiguas existía un conocimiento muy difundido a nivel popular, en el cual el sueño era el vehículo favorito de los dioses para expresar su voluntad. De ese modo se realizaba una interpretación de los sueños como portadores de un mensaje alegórico. Este tipo de interpretaciones de los sueños permanecerán arraigados y perdurarán durante siglos, hasta la etapa bizantina.

 

De forma simultánea, discurrió de manera paralela una corriente que abordó los sueños y su interpretación tratando de hacer un análisis más racional.  Entre los documentos que encontramos en esta corriente está el ‘Libro IV del tratado Sobre la dieta del Corpus Hippocraticum’, este es el primer documento constatable donde los sueños son considerados signos premonitorios de desarreglos corporales. También se habla sobre los sueños y cómo interpretarlos en ‘La República’ de Platón, como deducción de su división tripartita del alma: racional, irascible y concupiscible. En todas estas exposiciones teóricas se presuponía un origen exclusivamente físico de los sueños. Esto dió paso, posteriormente, a la hipótesis de un origen trascendente.

 

Las doctrinas pitagóricas concebían los sueños como un vehículo de comunicación de los seres sobrenaturales. La interpretación de estos dependía del estado de pureza psíquica y corporal del soñante.

 

A su vez, los estoicos proclamaron que los sueños podían deberse a algo mágico o sobrenatural, confirmando la existencia de dioses, la providencia y el hado. De este modo la interpretación de los sueños debía hacerse teniendo en cuenta estas cuestiones.

 

El filósofo, político e historiador Posidonio fue el que introdujo el concepto de simpatía como vía de unión entre el alma humana, que se repliega en sí y liberándose de lo corporal, y el ser sobrenatural. Para acceder a dicha vía hay que hacerlo a través del delirio profético, el sueño y la muerte. En esto coinciden los peripatéticos Dicearco y Cratipo.

 

Aristóteles y Demócrito se enfrentan a esta vía metafísica con un reseñable un último esfuerzo por defender una causa fisio psicológica en los sueños,reflejando en esencia el pensamiento de Epicuro, así como del poeta Lucrecio.

 

Posteriormente, y para finalizar, desde la escuela neoplatónica se dió fuerza de ley al anterior trascendentalismo estoico. Para los neoplatónicos los sueños eran la mejor prefiguración de la experiencia mística.

 

Oniromancia

Mientras se daba esta batalla en el campu culto de la filosofía, en la cultura popular discurrían prácticas de gran repercusión cultural. Estas consistían en la adivinación en general y la oniromancia, o sea, el arte que por medio de los sueños pretende adivinar el porvenir. La oniromancia se fundamenta en la creencia de que algunos sueños pueden predecir el futuro, para ello emplean un lenguaje alegórico y tan solo los profesionales de la interpretación de los sueños pueden acceder a una interpretación certera.  

 

Interpretación psicológica de los sueños

Aunque al hablar de interpretación de los dueños lo primero que podríamos pensar todos es en Sigmund Freud, lo cierto es que las elaboraciones freudianas de 1900 sobre la interpretación de los sueños no son completamente novedosas. Estas se inscriben dentro de una tradición milenaria. Como hemos podido comprobar, forman parte de la historia de la filosofía. Son una continuación de un desarrollo que va desde Aristóteles a Hegel. Freud es la guinda de un proceso que culmina con las elaboraciones del romanticismo alemán y que, aunque desde múltiples vertientes, confluyen para describir una idea básica: la probabilidad de que los sueños signifiquen algo y que sea posible estudiar el significado de los sueños. Freud lo que hace es poner el acento en el simbolismo que tiene relación con la persona humana y con su inconsciente que forma parte del aparato psíquico de un sujeto particular. Según Freud, el deseo inconsciente del sujeto se manifiesta en el sueño, puesto que los sueños son un producto del inconsciente.

 

Para el psicoanálisis freudiano, la interpretación de los sueños constituye de este modo, una herramienta poderosísima para la exploración del inconsciente. El propio Freud llamó a la interpretación de los sueños Freud ‘La vía regia hacia el inconsciente’.

 

La interpretación en psicoanálisis

 

La interpretación de los sueños freudiana como técnica psicoanalítica abarca más allá de la interpretación de los sueños. Fue definida por Freud de forma que en lugar de aportar una descripción técnica precisa de cómo debía aplicarse se refiere más bien a lo que no debe ser y a los peligros que conlleva su mala praxis. Interpretar los sueños, desde el punto de vista del psicoanálisis, es una actividad psíquica que engloba diversos procesos posibles que van desde la simple asignación de significados a los sueños, hasta el “delirio de interpretación”, muy frecuente como fenómeno psicótico. Freud, en múltiples intentos de formular reglas técnicas para la interpretación de sueños, estableció para la interpretación de los sueños en psicoanálisis lo siguiente: